El martes 16 de agosto, el presidente de EE. UU., Joe Biden, firmó la entrada en vigor de su ambiciosa ley sobre impuestos, sistema sanitario y clima. Se espera que la nueva legislación reduzca la tasa de inflación, mejore las condiciones de la ciudadanía con ingresos inferiores a los 400.000$ al año y reduzca los precios de los medicamentos y del combustible.
“Con esta ley gana el pueblo americano y pierden los intereses particulares”, remarcó Biden antes de su firma.
Pero ¿suponen estas medidas un apoyo suficiente para la economía en las complicadas condiciones actuales de mercado? Averigüémoslo.
Biden aprueba la entrada en vigor de su ambiciosa ley sobre impuestos, sistema sanitario y clima
La ley incluye una inversión de 369.000 millones de dólares en clima y políticas energéticas y otros 64.000 millones de dólares destinados a ampliar las medidas recogidas en la Ley de Protección al Paciente para reducir los costes de los seguros médicos, además de un impuesto mínimo de sociedades del 15% destinado a las empresas con más de 1.000 millones de dólares al año en beneficios.
Se trata de un paquete de gasto de 437.000 millones de dólares con el que se esperan recaudar 737.000 millones de dólares en los próximos diez años, atribuibles en su mayoría a la reducción del precio de los medicamentos para los beneficiarios del sistema Medicare y a la subida de los impuestos a las corporaciones. El reforzamiento del IRS (la Hacienda estadounidense) llevará aparejadas más inspecciones y con más mano dura para las mayores fortunas, lo que procuraría 124.000 millones a las arcas de la nación. Todas estas medidas deberían redundar en una reducción del déficit de 300.000 millones de dólares en diez años.
Pero, para llegar a un acuerdo, Biden ha tenido que renunciar a algunas de sus medidas favoritas, incluidas en las primeras redacciones de la ley, como la prestación infantil universal o la reducción de impuestos para la clase media.
Por todo ello, podemos concluir que la nueva norma no tiene como objetivo principal ayudar a las rentas más bajas, sino incrementar los costes impositivos de los ricos y de las corporaciones.
¿Cuán efectiva será esta ley en la lucha contra la inflación? Solo el tiempo lo dirá.
Cómo podría afectar la nueva ley a los mercados financieros
Los mercados han reaccionado de forma relativamente tranquila a la aprobación de la nueva ley. Los índices más importantes, como el Dow Jones, el Nasdaq y el SP500, se mantuvieron estables el pasado 17 de agosto. Solo experimentaron un ligero descenso de unos pocos puntos al comienzo de la sesión.
No obstante, los expertos pronostican un impacto significativo en los mercados. Al fin y al cabo, la nueva normativa afecta sobre todo a las grandes corporaciones y a los inversores con ingresos superiores a 400.000$ al año, pero el efecto puede tardar en hacerse notar entre uno y dos años.
Las empresas con beneficios superiores a 1.000 millones de dólares deberán pagar a partir de ahora impuestos por un tipo mínimo del 15%, además de un 1% por la recompra de acciones. Esta reforma impositiva, dirigida a las corporaciones más grandes del país, como Alphabet (empresa matriz de Google), JPMorgan Chase y Meta (matriz de Facebook), reducirá el déficit federal en 300.000 millones de dólares en los próximos diez años.
Según un nuevo estudio de Credit Suisse, poco más de 170 empresas en el índice S&P 500 se beneficiaron de tipos impositivos inferiores al 15% durante el año pasado. De todas ellas, menos de la mitad verán incrementados sus impuestos en 2023, porque la norma permite que las empresas se acojan a la figura del ajuste de ingresos, que se puede modelar de distintas maneras, según los analistas.
Si bien los nuevos impuestos “no son positivos en general para las acciones”, el tipo mínimo del 15% sería relevante solo para el 40-50% de las corporaciones presentes en el top 100 de los índices.
“Esta legislación hace que, por fin, las empresas más ricas empiecen a pagar su parte justa de impuestos y además, como han confirmado los mejores economistas del país, reducirá las presiones inflacionistas de nuestra economía”, declaró John Yarmuth, impulsor de las medidas, después de que la ley pasara por la Cámara de Representantes, de la que es miembro.
La norma es una más de las herramientas puestas en marcha para combatir la inflación en los EE. UU. Al fin y al cabo, los miles de millones de dólares recaudados gracias a los aumentos de impuestos para las empresas se usarán para combatir la subida de los precios de la energía, mejorar las condiciones sociales y apoyar la macroeconomía en un escenario de crecientes tipos de interés.
Resumen
- El presidente Joe Biden firmó la entrada en vigor de la ley el martes 16 de agosto.
- Los defensores de las grandes empresas han criticado el tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades incluido en la Ley para la Reducción de la Inflación.
- El impuesto especial del 1% para las recompras de acciones no será suficiente para desalentar dicha práctica, según los analistas.
- La norma es una más de las herramientas puestas en marcha para combatir la inflación en los EE. UU.